Los pasos para aprender a meditar

Los pasos para aprender a meditar

La meditación es una práctica milenaria que se ha vuelto muy popular en la actualidad debido a sus beneficios para nuestro bienestar mental y emocional.

En sus orígenes, su propósito era profundizar en la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas, con una trascendencia totalmente espiritual, pero ahora, sobre todo en su adaptación en Occidente, se le da más importancia a un sentido más práctico, como es la sensación de relajación y su ayuda para controlar el estrés, los  nervios y la ansiedad.

Es un ejercicio mental con el que aprendemos a entrenar y controlar nuestra mente para llevarla a un estado de serenidad interior. Cualquier persona puede practicarla, pero debes tener en cuenta que profundizar en su práctica solo es posible a través de la experiencia constante y requiere de un aprendizaje.

Compartimos ocho pasos para aprender a meditar.

Primer paso: Información. Existen muchas técnicas de meditación. Por eso, lo ideal antes de comenzar es que dediques un tiempo a indagar en los diferentes tipos de meditación y escojas la que te parezca más adecuada para ti, aunque siempre puedes ir probando diferentes opciones hasta encontrar la que más te convenza. 

Segundo paso: Lugar. Prepara un sitio donde te sientas cómodo y tranquilo, libre de distracciones y procura que sea siempre el mismo.

Tercer paso: Tiempo. Elegir siempre la misma franja horaria o momento te será más fácil para incluir la meditación en tu rutina.

Cuarto paso: Ropa. Selecciona un atuendo adecuado. Lo ideal es ir descalzo y con ropa holgada, sin complementos.

Quinto paso: Postura. Encuentra una postura donde no tengas ningún músculo tenso. Puedes estar tanto tumbado como sentado, pero tu espalda debe permanecer recta y tus hombros y brazos relajados.

Sexto paso: Concentración. Hay diferentes opciones para concentrarse. Puedes cerrar los ojos y concentrarte en un sonido o en tu respiración.  El ser consciente de tus propias exhalaciones e inspiraciones hace que los pensamientos se centren en eso y se calmen.

También puedes mantener los ojos abiertos y fijar tu vista en un objeto concreto.

Se trata de encontrar la fórmula que te funcione, aunque este paso será complicado en el principio, ya que la mente tiende a distraerse con facilidad. Es normal que en este paso te aparezcan más inseguridades o dificultades, y que le des vuelta a los pensamientos negativos que te atormentan. No hay que dejar la mente en blanco, sino aprender a aceptarlos y dejarlos fluir. Con el tiempo lograrás controlar este paso y alcanzar la quietud necesaria para que la meditación tenga éxito.

Séptimo paso: Elige un mantra. El mantra es la clave que te hace sentirte bien. Puede ser una palabra, una frase, un sonido o una imagen. Debes centrar absolutamente tu atención en él y repetirlo, bien en voz alta, bien mentalmente, de forma continua, hasta que te concentres en la cadencia de esa sensación y olvides todo lo demás.

Octavo paso: Profundización. Una vez manejas los anteriores pasos, se trata de profundizar en la meditación. Primero, en relación al tiempo, puedes ir aumentando de forma progresiva (al inicio puedes dedicar tan solo unos minutos a esta actividad), lo importante es ir prolongando su práctica. Haz que cada vez forme parte de un modo más natural de tu día, es decir, cada vez que vayas a realizar otro tipo de actividad o vivir alguna situación que pueda generarte estrés, dedica unos minutos previos a la meditación.

Por último, si quieres afianzar tus conocimientos y aprovechar mejor sus beneficios, puedes acudir a un centro especializado donde encontrarás la orientación de un maestro experimentado.

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